La mejor agencia de viajes

La mejor agencia de viajes
05 de mayo de 2020

Dicen que los libros son puertas a otros mundos, y en estos tiempos, ¡qué ganas de abrir la puerta y salir corriendo hacia un lugar donde la fantasía, los colores, los aromas, los sonidos nos distraigan de lo cotidiano! Un momento… ¿los aromas?, ¿los sonidos? Pues sí, porque hay libros tan espectaculares que las imágenes parecen cobrar vida en cuanto posamos la mirada en la página. No, no es exageración. Un ejemplo: ¿ya vieron la edición de Peter Pan ilustrada por Antonio Lorente? Basta hojearlo para convencerse de que, en alguna parte, en otra dimensión quizá, es posible volar.

Ah, pero hablábamos de aromas y sonidos. Pues sí: nadie debería perderse el olor del campamento de los Niños Perdidos ni el tic-tac del reloj en el vientre del cocodrilo, que anticipan emociones fuertes; total, no tenemos que quedarnos a cenar si no queremos. Bastará con saltar, por ejemplo, a cualquier esquina interior de Carmen, ilustrado por el genial Benjamin Lacombre, y acompañar a las arañas a observar, a una prudente distancia, cómo el amor va causando estragos en la vida de esta bella. Imposible disociar la música de la historia y no aspirar el aroma de las hojas de tabaco. Aunque quizá el drama cale hondo, es innegable la belleza de este libro, oscuro por dentro y por fuera, empastado en tela y con bordados en la tapa.

¿Algo menos sombrío? En el extremo opuesto, tanto del orbe como de la gama cromática, Cuentos mayas, de Judy Goldman, fue ilustrado por Ángel Campos con los colores más bonitos y vibrantes de la creación. Aquí los plumajes, los pelajes, las frondas y hasta las escamas palpitan con un impulso vital que sólo puede provenir del principio de los tiempos, de donde vienen las historias que explican cómo era el mundo antes de que la humanidad se enseñoreara de todos los reinos. Ah, y el aroma de la selva maya, de sus cenotes y los frutos de la tierra… Para quedarse a vivir ahí, entre hermanos animales y bajo el amparo de los dioses, basta con volver a abrir el libro en cuanto el efecto comience a diluirse, o mejor aún, mantenerlo abierto.

Para continuar la aventura entre animales parlantes pero una vez más al otro extremo del mundo, El libro de la selva, la edición completa publicada por Edelvives, tienes ilustraciones originales de J. Lockwood Kipling y, una novedad en esta tour fantástica: imágenes nuevas, a color y nunca antes vistas, basadas en los dibujos de Stuart Tresilian. Claro, a lo mejor la voz de Baloo sigue resonando con aquella de la cual lo dotó Tin Tan, pero eso es lo que dejan los viajes literarios: un cúmulo de experiencias que se entrelazan y se superponen para que el espíritu goce como si el cuerpo estuviera ahí.

Por eso no hay que temer a retroceder en el tiempo para acompañar a Blancanieves en su huida por el bosque, velar un rato el sueño de la Bella Durmiente o cenar con el Diablo y su abuela: los cuentos maravillosos tienen una agencia  muy parecida a la de los viajes astrales, pero a colores, sin que la vida del aventurero corra peligro de muerte o contagio y, si se trata de los Cuentos auténticos de los hermanos Grimm, con finales satisfactorios garantizados, en los que viles y malvados reciben los castigos que se merecen. Además, ya se sabe que los viajes ilustran, así que uno puede volver de darse una vueltecita con Alicia a través del espejo convertido en experto en partidas de ajedrez con reglas invertidas y reflejos cambiantes, y el recuerdo de la mirada de las criaturas de aquellos lares impresa para siempre en el cerebelo gracias a la maestría de Lacombe.

Así pues, enamorarse, volar, sufrir y aliviarse al siguiente instante, conocer a los personajes más deleznables (sí, más que cualquiera que pueda reptar por nuestra maltrecha realidad) y a los más excelsos; escuchar hablar a las plantas —y para muestra he ahí el Herbario de las hadas—, aprender sin memorizar y soñar sin cerrar los ojos son sólo algunos de los senderos que surgen en el horizonte en cuanto se abre esa puerta que, curiosamente, se parece mucho a la cubierta de un libro.+