Francesco Petrarca, sus libros y el padre

Y ustedes, ¿cómo se llevan con su padre? En la rumorología sobre escritores abundan las especulaciones sobre las relaciones que existieron entre padre e hijos. En algunos otros casos hay testimonio de los mismos. Kafka y sus malentendidos con Herman; La cercanía de Philip Roth y su padre hasta que éste dio su último respiro; David Huerta y su centenario padre, Efraín.

Y un caso poco comentado, el de Francesco Petrarca. Oriundo de Italia fue encaminado por su padre a estudiar leyes. Sin embargo, el joven se inclinó por el estudio de la cultura clásica, admirando principalmente a Cicerón. Cierta ocasión, y como no pocas veces sucede entre padres e hijos cuyos intereses e inclinaciones se extrapolan, el padre de Petrarca, enojado, quemó su biblioteca personal en la chimenea; de entre los escombros, el joven, decepcionado, sólo logró rescatar un libro de Cicerón y uno de Virgilio.

Más allá de las relaciones interpersonales que construyan los familiares, también el tema padre e hijo se ha desarrollado a lo largo de la literatura. Hoy, 19 de Julio, conmemoramos 644 años del fallecimiento de Petrarca; mañana, 20 de Julio, como uno de esos casos increíbles cuando casi coinciden las fechas, cumpliría 714 años de edad.