Chef, escritor y súper estrella de televisión, Anthony Bourdain fue reportado muerto este viernes 8 de junio de 2018. Tenía 61 años y CNN (la cadena de televisión en la que trabajaba) informó que se trató de un suicidio.
Todo sucedió en Estrasburgo (Francia), locación en la que estaba grabando el próximo capítulo de su famoso programa Parts Unknown, mismo que se trataba de viajes y comida. Fue su amigo Eric Ripert (un chef francés) quien lo encontró sin conocimiento en su habitación de hotel.
CNN compartió un comunicado en sus redes sociales en el que informa del suceso y manda sus oraciones y pensamientos a la hija y familia de Bourdain.
CNN statement regarding the death of our friend and colleague, Anthony Bourdain: pic.twitter.com/MR1S5fP16o
La noticia ha hecho eco en el mundo de la televisión y las letras que se enfocan a la cocina. Y es que, Anthony Bourdain era un ejemplo a seguir; siempre defendió a la cultura y a la comida, también luchó por un respeto mayor a los mexicanos que que trabajan en cualquier restaurante del mundo, pues incluso los hay en los más importantes.
En el lejano 2011, Revista Lee+ tuvo el honor de presentar en portada a Anthony Bourdain en su número 23. A través de un texto llamado Popstar chefs, le dedicamos las siguientes palabras:
Difícil describir una personalidad tan compleja como la de este chef que comenzó de lavaplatos hasta llegar a ser cocinero en jefe de uno de los restaurantes más aclamados de Nueva York, el Brasserie Les Halles. El elemento que catapultó a Bourdain a la cima del éxito mediático fue su libro Kitchen Confidential, en el que con su afilada y cínica pluma sumerge al lector en esa subcultura de la cocina, en el mundo de los chefs famosos.
Como todo grupo cerrado, los chefs también tienen sus vicios, sus inercias, sus excesos. Kitchen Confidentialresulta ser una narración que nos aproxima a conocer un poco más de las vidas de los personajes detrás de las cocinas de los restaurantes más laureados. Aquellos que no conocen lo que significa una noche libre de viernes o sábado, aquellos que siempre trabajan cuando otros festejan Navidad o Año Nuevo, aquellos que siempre están ocupados cuando el resto del mundo ha salido ya de su jornada laboral.
Con su muy particular manera de escribir y decir las cosas, Bourdain trata de hacernos entender, con un humor negro que se agradece, lo que significa ser un chef de alta cocina, los sacrificios, lo que se deja en el camino; pero también los privilegios y esa, disfrazada de humilde, satisfacción que los cocineros obtienen cuando un plato y una receta deleita a los comensales, cuando la comida los emociona y parece hacerlos felices.
En palabras de Bourdain, su libro –divertido y profundo al mismo tiempo- pudo haberle costado la carrera en el negocio, en sus páginas ha expuesto pequeñas historias de terror en la cocina: chefs con problemas de alcoholismo que los ha vuelto megalomaníacos, o bien megalomaníacos que han terminado por convertirse en alcohólicos; drogas, sexo entre empleados en el cuarto de blancos, revelaciones oscuras de cómo funcionan algunos restaurantes que aparentan ser de lo mejor; el escándalo del pan reciclado, porqué no ordenar pescado los lunes y algunos puntos más como sus consejos para quienes quieren convertirse en chefs; uno de ellos es aprender español ya que la mayor parte de la artillería detrás de las cocinas norteamericanas son mexicanos, salvadoreños, cubanos, etc.
Por suerte para él y para nosotros, el libro no acabó con su carrera; es verdad que dejó de ser el jefe de la cocina en Les Halles, pero fue una decisión personal alentada por el recién obtenido éxito de su libro, reseñado así por el New York Times Book Review: “Histérico. Un estilo en parte Hunter S. Thompson, Iggy Pop y un poco de Jonathan Swift , Bourdain irrumpe alegremente en la escena para revelar los horrores privados detrás del escenario”.
